Breve historia de los Benedictinos

Vida de San Benito
Regla de San Benito
Orden de los Benedictinos
Medalla de San Benito
Conventos benedictinos
RECETAS
Recetas de benedictinos
ACTIVIDADES
Pasatiempos de orden benedictina para niños
Monjes benedictinos realizados con moldes
Lapbook de los benedictinos


El monasterio de Subiaco, establecido en Italia por San Benito de Nursia fue el primero de una docena de monasterios fundados por él. Una de las características que diferencia a esta orden, es que la Regla de San Benito propone la autonomía de cada comunidad. A pesar de la ausencia de una orden benedictina durante la Edad Media muchos monasterios adoptaron la Regla de San Benito.


San Benito de Nursia

Durante el transcurso de la historia, la orden benedictina sufrió muchas reformas, la primera fue hecha por Odón de Cluny en el siglo X, esta reforma se denominó cluniacense, por ser Cluny, en Francia, donde se fundó el primer monasterio de esta reforma. Los cluniacenses adquirieron gran poder económico y político y los abades más importantes llegaron a formar parte de las cortes imperiales y papales.



San Odón de Cluny

Tanto poder adquirido llevó a la decadencia de la reforma cluniacense, que encontró una importante contraparte en la reforma cisterciense, palabra proveniente de Císter, lugar de Francia donde se estableció el primer monasterio de esta reforma. San Roberto de Molesmes, San Alberico y San Esteban Harding fueron los fundadores de la Abadía del Cister en 1098. Buscaban apartarse de la disciplina cluniacense, que había caído en la indisciplina y en la relajación de la vida monástica y cuyo principal objetivo era imponer la práctica estricta de la Regla de San Benito y volver a la vida contemplativa




San Roberto de Molesmes, San Alberico y San Esteban Harding

Después de agitados periodos de la historia, como en la Reforma de Alemania y los Países Bajos, la expulsión o ejecución de religiosos católicos por Enrique VIII en Inglaterra o la decadencia de la disciplina en los monasterios, llevó a que se diezmara la población de monjes. A partir de 1833 Dom Prósper Guéranger hizo renacer la orden benedictina en Solesmes, Francia.



Dom Prósper Guéranger